Como sabréis hace poco detuvieron a 12 activistas con cargos más que dudosos siendo tratados como terroristas. Algunos ya están libres pero 3 aún siguen encerrados y no podíamos quedarnos mirando sin hacer nada.
Las cosas empiezan a cambiar, el mundo se da cuenta de que no puede seguir el rumbo que tiene, ha pillado carrerilla hacia un precipicio y solo nosotros podemos frenar el desastre.
Concentraciones a estado habiendo y seguirán haciéndose en varias ciudades, pero ayer en concreto lo hicimos en la mía, no es momento de mirar y preguntarse si es acertado o está bien, es el momento de decir que YA VALE, y que NO VAMOS A PERMITIR QUE NOS TRATEN COMO SI FUERAMOS LOS MALOS CUANDO LO QUE HACEMOS ES DAR VOZ A LOS QUE NO LA TIENEN.
El tiempo nos acompañó y a pesar de haber llovido por la mañana el sol decidió asistir a nuestra concentración como otro activista más, salió cuando comenzamos a preparar las cosas y se fue cuando terminamos, asistió bastante gente y yo por mi parte grite con toda mi alma y mis fuerzas para que todo el que nos escuchase sintiera en su interior la ira por las injusticias cometidas y la fuerza necesaria para cambiarlas.
Últimamente he conocido gente nueva, con ganas de cambiar las cosas y que además se esfuerzan en ello, gastan su tiempo en ayudar a otros que nunca se lo agradecerán, horas de trabajo casi diario que nadie les va a pagar, tiempo de sueño robado por preocupaciones que a ellos no les afectan directamente pero que les impiden dormir tranquilos; yo quiero ser como ellos, aprender de ellos, ser tan valiente como lo son ellos. Creo que no hay mayor satisfacción que la de un trabajo bien hecho, sobre todo si ese trabajo lo haces de manera altruista y para salvar vidas.
Cada día veo que el mundo cambia, o soy yo la que lo mira de otra forma, es un cambio muy lento pero constante y ahora yo siento que formo parte activa de el (aunque sea de una manera muy sutil)
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